Texto por Constanza Jorquera y fotografía por Carolina Cerda.
Una red de apoyo se entiende como una estructura de organización social de tipo horizontal que, a través de la solidaridad, ofrece algún tiempo de contención de quienes la conforman, mediante acciones coordinadas para resolver un problema, contribuyendo al incremento de la calidad de vida y desarrollo individual y colectivo en el medio social. Generalmente se asocia a la idea de red comunitaria, que opera mediante vínculos e interacciones en un territorio determinado para cumplir objetivos.
Todo lo ocurrido en esta última semana sin duda ha impactado enormemente en nuestra rutina diaria y nuestras vidas. Si algo positivo se puede rescatar es revalorizar la idea de comunidad y de apoyarnos mutuamente.
Ya sea en la familia, barrio, círculo de amigues o incluso con personas que no conocemos, para lo que usamos nuestras redes sociales digitales, pequeñas acciones tienen un impacto fundamental en cuidarnos y cubrir nuestras necesidades, especialmente cuando nuestra percepción y vivencia de un estado de vulnerabilidad aumenta
Aquí les entregamos algunas ideas para organizarse comunitaria y territorialmente para brindar apoyo.
Conversar sobre lo que está pasando en el país y dar la contención necesaria a quienes lo necesiten.
Los periodos de crisis generan estrés postraumático que, junto con el apoyo profesional médico necesaria, puede ser aliviado mediante el acompañamiento emocional. También debemos prestar atención a les niñes que pueden sentirse confundidxs con lo que sucede para explicarles responsablemente sin provocarles más miedo o estrés, lo mismo con personas de la tercera edad que se encuentran en una situación más vulnerable, vivieron en dictadura (lo que evoca muchos traumas) y muchas veces no comprenden el funcionamiento de, por ejemplo, redes sociales.
Si tenemos el privilegio de tener acceso y manejo de tecnologías de información y comunicación, podemos usarlas responsablemente para promover el diálogo y la reflexión mutua.
También se pueden organizar actividades de esparcimiento, dentro de lo posible, en el barrio o en las propias casas, incluso online, pues no hay que dejar de lado el auto cuidado y la recreación que son cruciales en estos días tan difíciles. Juntarse a bordar, comentar un libro, tomar once y conversar puede resultar muy beneficioso. Si en tu red de apoyo hay niñes, esto es particularmente importante.
Ofrecerte a cuidar y acompañar
Si tienes la opción de quedarte en casa durante la semana y tienes las condiciones como tiempo y capacidades físicas y emocionales, puedes cuidar a niñxs pequeños (bebés o que no están yendo al colegio) y personas enfermas y/o de la tercera edad, que requieren atención permanente. Incluso acompañar a estas personas puede ser muy valioso, en especial en estos momentos que desencadenan estrés. No es necesario que te desplaces lejos de tu casa, puedes visitar a vecinxs y familiares que vivan cerca o también recibir a quienes lo necesiten en tu casa.
Compartir información de servicios de apoyo.
Dado que nos encontramos en estado de excepción, es importante difundir información importante para copar nuestras necesidades, como contactos de profesionales de la salud, asesoría legal, otras redes comunitarias con fines específicos, así como farmacias, centros de salud, supermercados y almacenes abiertos, indicando si en éstos últimos si poseen productos que tienden a escasear como pan, leche para infantes, pañales y medicamentos.
Prestar ayuda en transporte, alojamiento y mercadería, en especial a vecinxs y amigxs con problemas para desplazarse, considerando el toque de queda, los cortes de tránsito y el anormal funcionamiento del transporte público.
Organizar grupos para ir de compras y practicar el trueque.
Debido a las dificultades de movilización, una persona de la red que tenga vehículo puede llevar a otras a comprar alimentos y productos necesarios para el hogar a lugares como la vega y ferias libres, así como también trasladar cosas que puedan intercambiarse de acuerdo a las necesidades de cada hogar y persona.
Comprar solo lo necesario en negocios familiares o pequeños emprendimientos y no en el retail.
En estos momentos existe la tendencia al pánico colectivo, lo que lleva al acaparamiento ante el temor del desabastecimiento, en especial de alimentos, de modo que es útil hacer una lista de todo lo que tenemos en nuestras casas, qué nos hace falta y hacer, por ejemplo, un calendario de comida para la semana. Debemos tener empatía a las demás personas, pues si quieres comprar, por ejemplo, toda la leche de un almacén, le estás quitan la oportunidad a otras familias de tenerla.
Debido a que muchos supermercados y centros comerciales se encuentran cerrados, es buena opción acudir a almacenes de barrio y pequeños negocios y emprendimientos locales, pues además de tener lo que necesitamos, contribuimos al sustento de esas familias, considerando que las demandas ciudadanas también tienen un fuerte componente de crítica y protesta contra los grupos empresariales que controlan los supermercados y el retail.
Si tienes cosas que no estás usando y pueden servirle a otrxs, ofrécelas en tus redes.
Este punto se relaciona con la idea de evitar el acaparamiento. Pensar en comunidad también supone hacer una revisión de lo que tenemos y preguntarnos si realmente necesitamos ciertas cosas que podrían servir a otros. En estos días, hemos visto en redes sociales como en grupos de vecinxs, amigxs y compañerxs de trabajo o estudio ofrecer productos tales como alimentos, medicamentos, ropa, útiles de aseo, ropa de cama, etc.
Si tienes más consejos sobre redes de apoyo, por favor compártelas con nosotras enviándolos un correo a contacto@leclubdete.cl o un mensaje en nuestra cuenta de Instagram.