Esta entrevista formó parte del post especial dedicado al Club de Té en el sitio web de Cohete Lunar y del proyecto Publicitarias Unidas, y les permitirá conocer más sobre nuestra organización.
1. Por favor preséntate y cuéntanos sobre tí
Hola a todes, mi nombre es Constanza Jorquera, pero me dicen Cony, y soy la fundadora del Club de Té. De profesión soy Analista en Políticas y Asuntos Internacionales, y en mi formación académica soy Licenciada en Estudios Internacionales, Magíster en Estudios Internacionales y Doctora © en Estudios Americanos por la Universidad de Santiago de Chile, y Diplomada en Estudios de Seguridad y Defensa por la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos.
En mi campo profesional me desempeño en las áreas de docencia e investigación, siendo profesora de relaciones internacionales en tres universidades, investigadora asociada del Centro de Estudios Coreanos y del Núcleo de Estudios Asiáticos de la Universidad de Santiago de Chile, y soy Secretaria General del Foro Permanente de Política Exterior.
También realizo mis propias investigaciones, tanto en mi tesis doctoral como en aquellos trabajos que presento en Congresos internacionales, seminarios y en el mismo Club de Té en los talleres y charlas que imparto.
2. ¿Cómo y cuándo descubriste el feminismo?; ¿Cómo lo definirías?
Desde muy niña sentí gran admiración hacia ciertas mujeres en las artes o en la historia, me cuestionaba ciertas prácticas que veía en el colegio y manifestaba mi opinión en distintos aspectos, y decidí estudiar una carrera no tradicional, ante la cual me dijeron un par de veces que “era para hombres”, pero no le tomaba el peso a lo que ser feminista significaba. Conforme fui creciendo, empecé a cuestionarme más, leer más, pero fue en un punto de quiebre en mi vida donde me pude definir como feminista hace unos cinco años.
Fue gracias a mis amigas en ese tiempo que entendí el alcance y la importancia de la sororidad, de deconstruirme respecto a cómo me enfrentaba a las relaciones con las personas que estuvieron o están a mi alrededor, encontré un refugio muy grande en la literatura feminista, en revistas, zines, blogs e incluso en redes sociales.
A medida que me hago más adulta obviamente aprendo más, problematizo lo que me rodea y poco a poco me he sentido capaz de hablar sobre ser mujer, sobre el feminismo y la sociedad en la que vivimos. Al empezar el Doctorado, me convertí en académica y me di cuenta de la responsabilidad que tenía respecto a les profesionales que estaba ayudando a formar y, paralelamente, empecé a abrazar la idea de que la amistad y redes de apoyo entre mujeres son sumamente necesarias.
No considero que las mujeres “entren” al feminismo, sino que es un proceso que dura toda la vida, en el cual vas tomando consciencia y haciéndote participe de la lucha, donde nunca estás sola, porque no es posible sin relacionarte con otras mujeres que comparten las mismas opresiones que tú, así como reconocer la intersección de las mismas, empatizando con realidades que te pueden parecer ajenas.
Personalmente, siempre he dicho que el feminismo salvó mi vida, me ha ayudado enormemente a convertirme en la persona que quiero ser y a articular mis proyectos y metas, he ganado grandes amigas y conocido a personas increíbles que han tenido un gran impacto en mí.
En mi opinión, no hay una sola forma de definirlo porque el feminismo no es universal ni único, de modo que prefiero citar a una de mis autoras favoritas, bell hooks, que lo puede definir muchísimo mejor que yo:
“El feminismo es un movimiento para acabar con el sexismo, la explotación sexista y la opresión…Como saben todos los defensores de la política feminista, la mayoría de la gente no entiende el sexismo, o si lo hacen, piensan que no es un problema. Las masas de personas piensan que el feminismo es siempre y solo sobre mujeres que buscan ser iguales a los hombres. Y una gran mayoría de estas personas piensan que el feminismo es anti-masculino. Su mala interpretación de la política feminista refleja la realidad de que la mayoría de la gente aprende sobre el feminismo en los medios de comunicación patriarcales” (del libro Feminism is for Everybody: Passionate politics).
Si pudiéramos llamarlo “el feminismo”, es político, es personal y público, es estructural e individual, local y global, es interseccional, horizontal, pluralista e inclusivo, como dice hooks, la lucha feminista busca que seamos libres para vivir como queramos en paz y que es para todes.
Cuando decidas ser feminista en este mundo, prepárate para tener que tomar decisiones constantemente en espacios que no permiten matices. Como feminista que participa en la producción de conocimiento, la educación y el activismo, soy muy consciente de cómo se silencia a las mujeres de múltiples formas, a menudo minimizando nuestras preocupaciones y atacando nuestra integridad.
Considero que lo más importante es tener consciencia de los procesos propios y no sentirnos presionadas al compararnos con otras mujeres, ya que hay tantos feminismos como mujeres y formas de ser parte de ellos. Como recomendaciones, enfatizaría en dialogar con otras mujeres, primero con las más cercanas y luego con aquellas que están en los mismos espacios como el trabajo, la universidad, el barrio y así sucesivamente, reflexionar sobre cómo se posiciona la mujer en éstos, cuáles son las problemáticas, sus causas y cómo resolverlas. Asimismo, leer sobre temas de género, historia de las mujeres en nuestro país y en el mundo, poco a poco leer e intercambiar trabajos sobre feminismo, muchísimos de ellos disponibles de forma gratuita.
Es una responsabilidad de la cual debemos hacernos cargo individual y colectivamente. También es una responsabilidad desde el otro lado, de abrazar e integrar a aquellas mujeres que están desaprendiendo y aprendiendo, no juzgarlas, tampoco ejercer un rol de vanguardia y decirles cómo ser “buenas feministas”, lo que pasa muy seguido. Todas estamos aprendiendo y debemos estar unidas frente a las luchas comunes.
El simple hecho de ser mujer en un sistema patriarcal y en una sociedad aún tan sexista y machista como la chilena me ha hecho integrar mi visión de mundo en un "todo feminista", de forma cada vez más explicita y autoconsciente.
La base para mí reside en la sororidad e intento comprenderla y al mismo tiempo practicarla de la mejor forma posible con las mujeres que están a mi alrededor, ya sean mis amigas, colegas y estudiantes, así como personas que no conozco y me contactan por alguna razón.
Cuando estoy frente a una problemática asociada al género y al posicionamiento de la mujer, por ejemplo, leyendo las noticias, me informo lo más posible y empiezo a buscar lecturas que me permitan sacar mis propias conclusiones. Por otro lado, trato de motivar siempre a mis amigas y estudiantes a dialogar sobre nuestra situación, motivarlas a seguir adelante y, en mis cursos, promoviendo que investiguen temáticas de género, les envío a mis estudiantes listas de documentales, artículos, libros, hablo con elles fuera de clases. Con mis amigas estamos compartiendo mutuamente material todos los días y lo bueno de las redes sociales es que pueden utilizarse como plataforma para debatir, informarse, aprender y dar opiniones.
Sin embargo, donde se ha hecho más presente es en el proyecto del Club de Té. Formar una red de apoyo y un espacio seguro para el diálogo, contención y desarrollo personal y colectivo ha sido una tarea difícil pero maravillosa con la que estoy comprometida totalmente.
Incluso he dejado de lado asuntos personales y académicos por llevar a cabo las actividades como workshops y conversatorios, juntas, planificando nuevas iniciativas para que siga desarrollándose y llegar a más personas. Preparo con mucha dedicación y cariño las presentaciones de las actividades, he pasado años recopilando, clasificando y subiendo textos de mujeres autoras con la ayuda de mis amigas, que es uno de nuestros grandes proyectos, pensando en formas de autosustentarnos y en todo este proceso hemos conocido mujeres maravillosas que desde su lugar contribuyen muchísimo a que las mujeres nos apropiemos de los espacios.
La retroalimentación que hemos recibido de las personas que han participado ha sido maravillosa, así como el lazo que hemos creado entre quienes participamos más activamente en el Club de Té, por eso es tan importante para mi.
3. ¿Cómo nace la idea del Club de Té y cuál fue el propósito?
Nunca pensé que una idea en mi cabeza iba a evolucionar a lo que el club es hoy. Básicamente, me encanta visitar cafés, tomar té y conversar, y me pareció interesante poder compartir con otras mujeres como una especie de ritual.
El Club de Té nació por la convocatoria, a través de mi cuenta de Instagram, a mujeres que quisieran reunirse a tomar té y conversar en julio de 2017. La primera reunión se llevó a cabo el 06 de julio de 2017 en Santiago de Chile. Mensualmente, siguieron las juntas de té y picnics, llegaban cada vez más personas hasta alrededor de 20 en cada actividad y generando lazos de amistad, así como de discusión sobre las problemáticas de las mujeres.
En noviembre de 2018 y tras varias conversaciones, el Club de Té evolucionó a una nueva etapa, conforme aumentaba el interés por formar parte de esta red de apoyo que se estaba consolidando. Recuerdo con mucho cariño ese primer Sisterhood Workshop, porque se inscribieron alrededor de 70 personas, era tanta gente reunida en un ambiente tan alegre e inspirador, que me di cuenta de que el Club tenía un gran potencial de formar una comunidad feminista.
Es ese momento el que considero fundacional para el Club, pues decidí abrir un espacio seguro para todas las mujeres y transformarnos en un colectivo, una organización, una red feminista que, teniendo la sororidad como centro y objetivo (entendida como la solidaridad política entre mujeres), genere diversas instancias de desarrollo personal y colectivo funcional a la lucha feminista contemporánea.
Hoy, somos una organización feminista llamada Club de Té, en la cual formamos una red de apoyo y espacio seguro a través de la sororidad, por medio de iniciativas autogestionadas tales como juntas de té, talleres, charlas, conversatorios, club de lectura, colaboraciones creativas con otras mujeres y actividades abiertas a la comunidad. Han sido casi cuatro años muy interesantes, con muchos desafíos, momentos buenos y malos, pero todos de mucho crecimiento.
4. ¿Quiénes forman actualmente parte del equipo?
Yo, Constanza. Como fundadora del Club de Té llevo las redes sociales, el correo electrónico, el sitio web, gestiono los recursos, creo, articulo y dirijo todos los proyectos, organizo las actividades, compro todo lo que necesitamos, y dicto los talleres y muchas de las charlas. ¡Mi casa está llena de cosas del club por todas partes y todas las personas que me conocen saben que me dedico a esto!
Sin embargo, no podría hacerlo sola si no funcionara como una organización en red, ya que con mi mejor amiga Pame creamos el Club de Lectura y lo gestionamos juntas, pues ella es fundamental en la organización de los ciclos; con Cata hacemos el podcast “Té con Sorité” y pasamos mucho tiempo investigando y preparando cada episodio; con tres amigas que forman el colectivo Dramatique creamos el Club de Cine y gracias a la hermosa red de ilustradoras e ilustradores que se ha formado en el último año he podido materializar sueños y proyectos, y que el Club siga creciendo.
Muchas personas han formado parte del Club a nivel organizativo, asisten a nuestras actividades y siempre apoyan mucho, con el grupo de los talleres hemos formado lazos de amistad muy valiosos para todas. Además, me siento muy afortunada de contar con una red de ilustradores y creatives maravilloses que siempre va creciendo, no solo en Chile, sino que en otros países de América Latina y es gracias a elles que el Club puede crear contenido y comunicar un mensaje en cada proyecto y actividad que se realiza.
En ese sentido, el Club de Té existe gracias a la comunidad que se ha formado con mucho cariño, apoyo y compromiso. En la actualidad, estamos dirigiéndonos a los objetivos que el Club de Té persigue al trabajar en forma de red de apoyo de mujeres de diversas áreas.
5. ¿Qué ha significado el levantar algo como esto?
Mucho esfuerzo de todo tipo, en especial, recursos y tiempo (que implica dormir y descansar poco). Si bien llevo con esto casi cuatro años desde la primera junta de té, los proyectos empezaron a andar en marzo de 2019 y desde entonces el Club solo crece y crece, de modo que requiere mucho compromiso, disciplina, ideas claras, capacidad de sobreponerse a problemas rápidamente, activar espacios digitales y territoriales, y estar constantemente en contacto con personas. Desde el punto de vista de la comunidad o audiencia, se ve que todo funciona de forma muy organizada y, obviamente, se aprecia el "producto" terminado, pero no surge de la nada, ya que hubo una enorme dedicación, planificación, investigación, además de una gran inversión económica.
Llevar el Club de Té me ha permitido conocer personas y experiencias que nunca imaginé, he podido ampliar mis visiones del mundo y fomentar mi creatividad. También ha significado desafíos a nivel personal y profesional, porque he tenido que adquirir competencias fuera de lo que normalmente hago en mi ámbito profesional y desarrollar un liderazgo en este nivel genera bastante presión, pues es como tener une hije; nadie te enseña como ser madre/padre y se que cada decisión (muchas de las cuales no son fáciles) que tome impactará directamente en el Club en su totalidad. El Club de Té para mi es un trabajo como cualquier otro y aunque no sea remunerado, le dedico el mismo cariño y dedicación que si lo fuera, sumando otro componente fundamental que es el vínculo emocional con el proyecto, pues es algo que yo he creado, lleva mi nombre y mi reputación como persona y profesional está involucrada de alguna forma.
Cuando formas parte de una organización autogestionada se hace difícil, ya que no cuentas con los recursos económicos y humanos para hacer todo lo que quieres y de la forma que quieres, pero al final, reunirte con mujeres a trabajar desde el compromiso genuino con el proyecto lo hace más valioso y especial.
El feminismo siempre será difícil, no es un movimiento de autoayuda, porque desafía las estructuras más fundamentales de nuestra sociedad; es profundamente personal y muchas veces doloroso, porque rechaza la división entre las esferas pública y privada, y está en todas partes, no deja ninguna parte de nuestras vidas sin tocar. En lugar de tratar el feminismo como un culto exclusivo y presumido, debemos ser más inclusives, acogedores y solidaries.
6. ¿Cómo es el sistema de sus actividades?
El Club de Té tiene un calendario mensual bastante rico y cuya composición se planifica dependiendo de la agenda feminista internacional y local, los proyectos del Club o actividades que se nos ocurra hacer. Nuestras actividades principales son el Sisterhood Workshop (puede tomar otros nombres dependiendo del tema), que es un conversatorio donde abordamos una problemática de la agenda feminista como eje, invitamos a alguna(s) mujer(es) u organización ad hoc y debatimos tomando once; juntas de té que pueden tener diferentes temáticas, los picnics temáticos en primavera y verano (que están paralizados por la pandemia), charlas y conversatorios, y las reuniones propias del Club de Lectura y los talleres semanales de Autoformación Feminista y Asia Oriental.
Es impresionante ver cómo se agotan los cupos en poco tiempo y el entusiasmo que generan las actividades en la comunidad; siempre participan las mismas chicas y se van incorporando nuevas, así que es muy bello y la retroalimentación posterior es muy positiva, pues todas nos sentimos recargadas de energías y motivadas para seguir aprendiendo e intercambiando opiniones. Algunas de nuestras actividades son gratuitas y en otras pedimos un aporte para poder gestionar el financiamiento de las mismas, el Club de Té y la red que lo compone, a cambio de regalos como fanzines, ilustraciones y descargables.
Para participar, deben estar muy pendientes de nuestras historias en Instagram e inscribirse en las convocatorias en nuestra página web.
7. ¿Alguna actividad en específico que destaquen?
Todos los proyectos y actividades tienen un lugar importante en mi corazón, y la pandemia ha permitido explorar en nuevas iniciativas que han sido muy bien recibidas, pero me gustaría destacar dos proyectos de los nueve que el Club de Té posee: los Talleres y el Club de Lectura.
El Club de Lectura tiene por objetivo visibilizar y promover la lectura de Mujeres autoras y durante estos dos años hemos tenido gran convocatoria en Chile y otros países. Cada libro se elige cuidadosamente y se envía de forma gratuita en formato digital a las participantes en idioma español (y en inglés, según corresponda) junto a un documento de tipo instructivo, donde se reseña el libro, la autora y sus obras, así como una guía para participar en el grupo secreto que tenemos en Goodreads. Dentro este grupo, todas las participantes comentan libremente, estableciendo tópicos de discusión y reflexiones en un ambiente de retroalimentación y aprendizaje en conjunto que luego se expresan en las reuniones bimensuales al término de cada ciclo de lectura.
Han sido dos años de mucho aprendizaje, porque nuestro foco es leer autoras no occidentales y en cuyas obras se aborden problemáticas de género, así que hemos podido conocer obras y escritoras de todas partes del mundo y compartir nuestras autoras favoritas también. Desde el año pasado, compartimos en nuestra cuenta de Instagram ilustraciones de cada libro y su autora, lo que ha permitido generar más contenido relacionado al proyecto y sumar a más personas al grupo.
El proyecto de Talleres consiste en ofrecer talleres mensuales sobre distintos temas orientados a lo multidisciplinario y abiertos a todas las personas, con el objetivo de democratizar el conocimiento, promover el aprendizaje y pensamiento crítico. Al ser abiertos a la comunidad, no se requieren conocimientos previos, solo las ganas de aprender, actitud proactiva y responsabilidad.
Se trabajaba en grupos pequeños de hasta 10 personas para un aprendizaje personalizado y en confianza, pero ahora que es online subió a 20 personas. Todas las participantes reciben acceso a una carpeta compartida de forma online con bibliografía especializada y actualizada, guías semanales de contenido y todos los materiales de estudio necesarios (incluyendo clases grabadas), además de regalos del Club de Té.
Nuestros talleres tienen dos lineas, la de autoformación feminista donde llevamos ya seis talleres impartidos los días viernes y la de Asia Oriental que también tiene seis talleres que se imparten los días sábados. Es maravilloso esperar cada semana para encontrarnos, compartir, aprender juntas y como académica e investigadora me ha motivado enormemente a nivel intelectual y profesional, porque todas aprendemos en conjunto y me lleva a explorar nuevas problemáticas teóricas, conceptuales y prácticas, y el Club de Té me ha dado la oportunidad de educarme y educar sobre lo que yo quiero y me apasiona de forma muy libre.
8. ¿Quiénes pueden participar?
¡Mujeres y personas no binaries! Todas las mujeres son bienvenidas a participar en el Club de Té sin ningún tipo de discriminación ni prejuicio, no importa dónde estés, si eres cis, trans, no binarie; lo importante es compartir principios comunes como los derechos humanos, el feminismo, la motivación a compartir, aprender y contribuir…ojalá te guste el té también.
Muchas veces me han preguntado si pueden participar menores de edad o mujeres más grandes, con hijes, y siempre les digo que de eso se trata, formar comunidad en nuestras diversas experiencias; y ha sido lindo como llegan chicas con sus hermanas menores, sus hijes, mamás incluso.
9. ¿Han tenido alguna complicación en el tiempo que llevan?
¡Levantarse y hacer las cosas! Es muy fácil criticar desde la comodidad de no tomar aquello que no te parece y trabajar para cambiarlo por ti misme, con todas las consecuencias que ello implica.
Pienso que compartimos las mismas dificultades de cualquier organización feminista autogestionada. El dinero siempre es tema porque se deben comprar materiales, decoraciones, arrendar espacios, pagar transporte, comisiones de ilustración, diseño web, plataformas, apoyo logístico y otros, pero gracias al apoyo de todas las amigas que participan y llevar un orden estricto el Club de Té funciona bien, aunque cada cierto tiempo me angustio, porque entramos en déficit y debo usar mi propio dinero y muchas veces me he endeudado, lo cual es un sacrificio importante.
En esta misma línea, quizás muchas personas cuando se encuentran con el Club por primera vez pueden pensar que es un equipo grande con distintas áreas, una oficina y recursos, pero no es así. Al entregar algo así como "servicios", especialmente de forma virtual, en algunos casos ocurre que quien está del otro lado de la pantalla se posiciona como "cliente" y exige una atención ad hoc, como responder en todo momento a los mensajes y correos electrónicos, exigir un montón de cosas que excede la capacidad de una organización tan pequeña, como si el Club "le debiera algo" y causa mucha frustración.
La mayoría de las personas que forma parte de este tipo de organizaciones autogestionadas de forma voluntaria obtienen sus ingresos / salarios de otras formas, por lo que debes trabajar el doble o el triple, y no hay que olvidar que, en estos proyectos, todes necesitamos algún tipo de apoyo, ya sea económico, emocional, etc. Todo lo que pueden ver en nuestras redes sociales y en nuestras actividades tienen un costo económico, creativo y emocional importante que realmente nadie conoce más que yo y amigues cercanes.
En el caso del Club de Lectura, nos caracterizamos por enviar los libros digitalizados gratuitamente en español a las participantes, lo que no sucede en este tipo de instancias, por lo que debemos planificar y hacer una labor de búsqueda importante, ya que no todas pueden leer en inglés y eso es un desafío para hallar las obras que nos interesan en nuestra lengua.
Por su parte, el podcast "Té con Sorité" lo realizamos de forma completamente casera con nuestros teléfonos por un tema de recursos y acceso a equipos, de modo que no logramos la calidad de grabación que nos gustaría como si fuera un podcast profesional, sumado a que, debido a la pandemia, grabamos a distancia y coordinar los tiempos de cada una no es fácil.
Otro obstáculo a nivel más general, propio de cualquier colectivo u organización feminista, puede ser algunos de los estereotipos y conceptos erróneos asociados con el feminismo, y como sociedad, deberíamos hacer más para desafiar las expectativas estrictamente definidas sobre cómo deben verse y actuar las mujeres.
También está la noción misma de activismo feminista que constantemente está siendo puesta a prueba por las personas, sobre todo entre las mismas mujeres y es casi como andar midiendo con un “feministómetro” quién es más feminista que la otra, que tan “buena” feminista eres, se adopta el modo de "encontrar lo que está mal", el ataque personal disfrazado de crítica, aplastando las perspectivas de las mujeres que no encajan en la visión propia.
Esto se da especialmente en redes sociales, las que pueden sacar lo peor de nosotres y he visto comportamientos verdaderamente abusivos, por lo que necesitamos discutir seriamente sobre cómo nos tratamos mutuamente, porque nos está frenando como movimiento.
Destrozarse mutuamente y la exclusión han sido características distintivas desde que comenzó el movimiento, y cada generación de activistas feministas parece sufrir las mismas luchas internas. Las acciones de las mujeres se juzgan con mucha más dureza que las de los hombres y no tenemos que ser perfectas para merecer los mismos derechos y también debemos considerar que para las feministas, el trabajo a menudo se siente como un reflejo de quienes somos, es personal, y las críticas lo son aún más.
Las personas tienen muchos prejuicios y concepciones previas de cómo debería comportarse el movimiento feminista y quienes forman parte de él, y el movimiento feminista de hoy puede ser más "ruidoso" que las generaciones anteriores, pero también está más fracturado, lo que dificulta lograr avances concretos en cualquier tema individual.
Al principio me afectó mucho emocionalmente, pero gracias a la red de apoyo que se ha conformado me siento muy feliz y motivada a seguir adelante y estar convencida de mis principios y mis formas de actuar. Cualquier posicionamiento en resistencia a veces es desordenado y requiere de la resiliencia que proviene de los lazos de amistad y solidaridad.
Hace unos días, leí un artículo y marqué una cita que me gustaría compartir: "Cambiar el mundo no hará que le agrades a la gente. Te causará dolor. Será difícil. Se sentirá como una lucha. Debes aceptar el tamaño de la montaña que tienes delante y empezar a escalarla de todos modos".
10. ¿Qué cosas les gustaría hacer y cómo se proyectan a futuro?
El tema de “después de la pandemia” siempre está presente, la incertidumbre de cuándo volveremos a hacer actividades presenciales y cómo funcionará el Club de Té cuando ese momento llegue. Además, soy super soñadora, porque soy cáncer, así que siempre están dando vuelta muchas ideas en mi cabeza sobre cosas que quiero hacer con el Club y nunca paro.
Me gustaría seguir con proyectos de ilustración, fomentar el lado más “editorial” para poder publicar nuestros fanzines y ebooks de forma más profesional (porque los fanzines los hago a mano); seguir grabando el podcast con una mejor calidad; desarrollar más material audiovisual, hacer colaboraciones con proyectos de mujeres y proyectos autogestionados en general, como pudimos hacer con Tecito Elefanté con nuestro propio “Té Sorité”; seguir con el club de lectura, club de cine, talleres y actividades con nuevas propuestas.
Además, me gustaría volver a hacer exposiciones de ilustración, ya que por culpa de la pandemia nuestras exposiciones solo estuvieron en galería dos semanas, pero pueden verlas completas en nuestro sitio web, lo cual resultó ser muy beneficioso, porque la exposición "Phenomenal Woman" cuenta en la actualidad con más de 200 ilustraciones de cien ilustradoras de todas partes del mundo, y siempre está creciendo.
11. ¿De qué manera han estado activas en cuarentena?
Cuando estoy en periodos de crisis, aunque me siento muy agobiada, curiosamente me dan ganas de hacer muchas cosas para mantener la cabeza ocupada, pero en especial para activar espacios en función de las problemáticas contingentes. Desde el estallido social en octubre de 2019, la autogestión ha sido muy importante como forma de activismo y hemos realizado proyectos de ilustración, que involucra exposiciones y ebooks gratuitos, y ferias de proyectos liderados por mujeres.
Con la pandemia, el Club pasó a funcionar 100% de forma virtual y hemos llegado a muchas más personas y eso ha sido muy motivante. Si bien nada se compara con estar juntas en un espacio propio compartiendo momentos muy íntimos y especiales, el lado positivo es que ahora pueden participar mujeres de todas partes y ya no estamos limitadas en lo que podemos hacer por estar en Santiago. Ahora participan muchas más personas en los talleres y las reuniones por las actividades que se realizan desde inicios de marzo del 2020, donde he podido hacer talleres por Instagram Live y charlas virtuales sobre determinados temas, sobre todo vinculando productos de la cultura pop y el feminismo.
La red de ilustradores creció mucho y forman parte de ella artistes de varios países; pudimos materializar el proyecto del podcast, aunque lo hagamos a distancia; hacer colaboraciones con amigas con proyectos de repostería e ilustración, y estar en búsqueda constante de actividades para generar un contenido más consciente, informativo y que promueva el debate y la reflexión personal y colectiva.
12. ¿Algún mensaje para la gente que les lee?
Pueden seguirnos en redes sociales como @leclubdete, visitar nuestro sitio web www.leclubdete.cl y atreverse a participar en nuestras actividades y proyectos ahora que funcionamos de forma virtual. Les invito a informarse sobre lo que el Club de Té hace, sus valores y objetivos, y formar parte de esta comunidad tan linda que sigue creciendo, siempre serán bienvenides.
Notas:
Ilustración por For Cozy Mornings.
Pueden encontrar la entrevista (editada) en el sitio de Cohete Lunar aquí.
Las referencias temporales han sido actualizadas al momento de publicar este post a fines de marzo de 2021.
Mis opiniones son completamente personales y no necesariamente representan las de mis amigas y quienes participar en la red del Club de Té.